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Equilibrio y Consciencia Corporal

Base de la práctica deportiva

Equilibrio y Consciencia Corporal

Cuando hablo de equilibrio, no puedo evitar abordar el tema desde una perspectiva con cierto carácter filosófico, puesto que, el equilibrio como tal, hace referencia a la ecuanimidad, a la mesura, a la armonía e incluso a la sensatez, términos que a pesar de que son comúnmente conocidos, no dejan de estar sometidos individualmente a los prejuicios personales, estableciendo  pues, unas referencias totalmente subjetivas, y relativizando, por tanto, el concepto.
Lo cierto es, que por mucho que nos queramos separar, nuestros tres aspectos, el físico, emotivo y mental, son inseparables y están íntimamente relacionados. La intuición nos lleva a armonizar los tres cuerpos, y cuando esto ocurre: se desea lo que se necesita, y además, se tiene inteligencia para conseguirlo. De esta manera evitaremos los extremos que conducen a la enfermedad.
La consciencia de sí mismo, estimula el despertar sensorial y ayuda a reencontrar o mantener el contacto con nuestro propio potencial. Son los "condicionamientos" de la cultura, nuestros sistemas de creencias, y el cómo nos acoplamos a ciertas situaciones lo que nos puede hacer desconectar, en parte, de ese potencial.

Charles Brooks, en su obra "Consciencia sensorial" lo descubre así: Al experimentar las sensaciones, regresamos gradualmente a esa amplia zona del centro del espectro, donde nuestro derecho de nacimiento queda equilibrado con nuestra cultura, y a partir del cual nos encontramos libres para movernos en cualquier dirección.

Este hecho es muy importante de cara a la práctica deportiva, puesto que las motivaciones personales que nos llevan a  hacer deporte son múltiples y de muy diversa índole, pero en todas ellas existe la intencionalidad de la búsqueda del disfrute y la satisfacción personal.
Por tanto, como en cualquier otra tarea cotidiana, cuando utilizamos una herramienta para obtener un fin, es este caso, nuestro cuerpo, debemos de garantizar que esté en buenas condiciones para obtener el resultado perseguido. Es por ello, que os hago una propuesta para que conozcáis el cuerpo que "habitáis", el cuerpo en el que vivís, para que cuando lo utilicéis como instrumento y vehículo de expresión corporal, tanto en la vida ordinaria como en la práctica del deporte, podáis optimizar su uso, despertando en vosotros el "sentido común", esa sabiduría interna que todos tenemos, y que os ayudará a encontrar vuestro propio EQUILIBRIO.

El cuerpo es una vía de expresión y de hecho, nuestras actitudes se pueden considerar un SÍMBOLO.
La herramienta que utilizamos como "palabra" para representar nuestras necesidades de comunicación es el MÚSCULO. Los músculos se enrollan y abrazan a nuestros HUESOS (sostén corporal) dándole forma para un funcionalidad concreta. Estos músculos se organizan en familias formando conjuntos psico – neuro – musculares; cadenas miofasciales que movilizan cadenas articulares y construyen nuestros gestos.

El músculo, deja impresa una torsión en el hueso, que le da forma, y gracias a estas torsiones existe una puesta en tensión simultánea de todas las familias musculares, haciendo aumentar el tono muscular, que se iguala y armoniza haciendo que el movimiento comience con el máximo de coordinación y fuerza necesaria.

La forma del cuerpo estará influida, por tanto, por le GESTO (habitual y/o deportivo). Gestos impregnados de psiquismo. El "buen" tono muscular, entendido como el punto de tensión del tejido, proporcionará flexibilidad y adaptabilidad. Existe un componente de la tensión de musculatura que tiene un carácter inconsciente para la mayor parte de las personas.
Cuando una persona se encuentra en un terreno distónico, puede permanecer en una excesiva tensión (hipertono), o  con un tono muy bajo (hipo-tono) y una sensación de pesadez y falta de fuerza en el cuerpo; o bien, tener la imposibilidad de fluctuar fuera de un normo-tono en diversas situaciones. Es por ello, que la tonicidad armoniosamente equilibrada permite una adaptación constante al estado y a la actividad del momento.
Tomar conciencia del hueso en sí, en particular de su forma, de sus torsiones hará que el sistema nervioso de forma refleja, tense las cuerdas musculares, las ajuste y coordine.

 

"Vivir bien construido, implica centrarse previamente a la acción…una acción que nos propulsa hacia un fin, y que utiliza como medio, el esfuerzo y la superación"


Alexia Juvín

Autor: Alexia Juvín

Fisioterapeuta método GDS y entrenadora fitness - Instructora de macrobiótica y cocina terapeútica - Diseñadora ergonómica